miércoles, 27 de junio de 2012

El anhelo de eternidad



Es una llama inexorable,
Una brisa pequeñita y suave en nuestro rostro,
Un rayo de sol entrando en nuestras pupilas,
El aroma del misterio,
El amor inconmensurable al misterio,
La sed,
El respiro de este sueño, 
El abrazo infinito desapareciendo el tiempo,
Nosotros mismos
Viéndonos sonreír,
Sintiendo que la vida nos recorre, 
Como hebras danzando en un tibio mar.



sábado, 19 de marzo de 2011

Ondulaciones


Cuando sucedemos,
Las modas y las tendencias se convierten sólo en ondulaciones que vemos pasar por el río,
Cuando sucedemos,
Nuestras alas se abren y nuestra predilección es ahora dejar de aferrarnos
Para hacernos hacia la nada,
Donde estamos aquí y también en otro lugar.


Algunas veces, las ondulaciones crecen un poco más
Y nacen vórtices del agua
Entonces muchos caen en ellos
Y también caemos,
Y dentro del vórtice, a veces el latido se empieza a olvidar,
No por causa de esa parte del camino,
Sino por dejar de recordar lo que es.
La mente hace el remolino;
Olvidamos la ondulación,
Perdemos el movimiento,
Y dejamos de danzar.

Olvidamos y el olvido pasa a ser el flujo de las cosas,
Una pared que arrastra hacia la tristeza
Y que extrañamente compele a seguir parado ahí,
Sin saberlo,
Creyendo pagar una inexistente deuda
Recreando la ilusión de una culpa extraviada
Sin saberlo,
Dentro del remolino,
Donde todo parece confuso y frustrante,
Dentro del remolino,
Que sólo es el desvarío de una idea
Que disuelve el tiempo
Y que sólo se piensa a si misma
Sin dejarnos estar.


Todo parece sin conectar los sentidos
Hasta que del silencio se despierta lo cautivo
Es nuestra señal
Una pequeña diferencia dentro de un giro,
Un gesto,
Un color
Una voz,
Una palabra,
Lo más pequeño y lo más infinito
Más que suficiente para hacernos recordar;
El aroma
La respiración
Que nos trae de regreso
Donde el remolino sólo es lo que que inevitablemente se deshace
Para dejar al agua soñar,
Donde las cosas ya no son cosas
Solo sucesos,
Como nosotros
Explorando las ondulaciones
Y el anhelo de nuestro andar.



martes, 6 de abril de 2010

Lo que nos une



Tal vez es sólo eso,
Lo que hacemos crecer dentro de nosotros,
El espacio que vamos dejando sin una respuesta,
El silencio que hacemos aparecer para no olvidarnos,
Para darnos cuenta que la edad nunca tuvo edad, y que respirar este mismo instante es todo lo que necesitamos para saber que estamos aquí,
Nada más para saber que este ahora es infinitamente bello sólo porque está vivo y estamos en él,
En un vacío sin tiempo,
Sin expectativas,
Sin reafirmaciones ni proyecciones,
En un jardín que esta abierto en todo momento para dejar andar lo más profundo de nuestro sueño.
Tal vez es sólo eso,
El ahora que nos une.

viernes, 2 de abril de 2010

Soltar


La libertad comienza cuando notamos que está a nuestro alcance,
Cuando dejamos de añorarla desde la lejanía.
Cuando la vemos caminar junto a nosotros,
Y por fin soltamos para dejarnos andar.

viernes, 16 de octubre de 2009

La experiencia creativa conciente


La búsqueda de la experiencia creativa es una parte intrínseca e innegable de la vida de cada ser humano, lo es en parte, podemos decir, pero también lo es en principio, simplemente porque podemos entenderla como la semilla mágica desde donde germina un viaje y se abren los ojos hacia la travesía. Así lo es hoy para nosotros, un presente vivo e irrefrenable donde el espacio ha sido dibujado con los múltiples colores que han dejado los rastros de la inquietud de mujeres y hombres que en otros presentes se han aventurado a la tarea de descubrir luces en lo desconocido.

Manifestada desde las expresiones más formales y complejas hasta las más sencillas y cotidianas, esta búsqueda se presenta en nosotros como una acompañante insistente y silenciosa, que aparece en escena cada vez que surgen nuevas preguntas y se abren nuevos ciclos, los que percibimos en un principio sólo como umbrales desde donde los sentidos reciben la invitación a partir. Lo demás es el puro vértigo, es la responsabilidad de nuevamente redirigir la vista para ser exploradores dentro de un horizonte virgen e instigador; es la decisión que nos lleva hacia la evocación y al desafío de conocer y seguir cada latido vivo de nuestra existencia, donde sea que estos nos lleven.

Desde aquí parte este ciclo, en donde está ese latido certero orientando nuestra opción de cruzar las líneas paralelas del momento y el espacio para que el germen creativo brote y se transforme en parte viva de la realidad. El ahora es nuestra señal intuitiva enviada al cuerpo para actuar, es la indicación energética que luego será traducida por los sentidos en forma de interrogante, pensamiento, imaginación y movimiento, es el momento preciso para lanzarnos y sumergirnos en la sutil incitación que aquí se nos revela como la posibilidad de ser partícipes de una percepción dual, en donde la decisión y la acción pueden ser experiencias simultáneas vivenciadas por cada fibra de nuestra predilección.

Así nos proyectamos hoy, así llegamos a descubrir permanentemente el arte y los movimientos que conocemos, así como también los que habremos de conocer detrás de cada instante que nos encuentre en acción. Así encontramos nuestra posibilidad de tomar este rumbo incierto y sencillo de seguir despertando al corazón, así queremos compartir esta visión caleidoscópica y soñadora, que para nosotros es el gesto que nuestro cuerpo está nutriendo día a día sin mayor expectativa que la de saber que podemos elegir nuestro andar, que si lo queremos podemos ser siempre otros, y que ese siempre es igual a hoy mismo, precisamente donde estamos navegando.


martes, 29 de septiembre de 2009

Cruzar el umbral


Escuchar, atender al movimiento de las emociones y contemplarlas desde el corazón, verlas pasar, respirar;
Abrazar la soledad, sonreír a este y al otro presente que desapareció el tiempo en aquel universo que inundó tu cuerpo;
Beber cada experiencia desde lo profundo, arrebatarla del miedo que pretende quitarla de vista;
Extender tu sueño de partir, estirar tu voluntad hacia lo inconcebible y verla caer hacia la vida:
Estar aquí es cruzar el umbral.

sábado, 31 de enero de 2009

Sucedemos


Sucedemos en el tiempo mientras vemos las olas que van buscando su memoria,
Mientras logramos oír a las nubes bajando por el cerro,
Como despidiéndose en el abrazo profundo que nace al encontrar la vida latiendo en el cuerpo,
Como cuando miramos el cielo y lo sentimos.
Sucedemos también cuando la garganta canta una estrella que le da risa al río,
Cuando una rama se enciende en el umbral de una puerta que un día quiso jugar a ser piedra.
Sucedemos al caer en el castillo de las hojas, en el planeta de los colores que dan vueltas a su sombra esperando juntos el amanecer.