viernes, 16 de octubre de 2009

La experiencia creativa conciente


La búsqueda de la experiencia creativa es una parte intrínseca e innegable de la vida de cada ser humano, lo es en parte, podemos decir, pero también lo es en principio, simplemente porque podemos entenderla como la semilla mágica desde donde germina un viaje y se abren los ojos hacia la travesía. Así lo es hoy para nosotros, un presente vivo e irrefrenable donde el espacio ha sido dibujado con los múltiples colores que han dejado los rastros de la inquietud de mujeres y hombres que en otros presentes se han aventurado a la tarea de descubrir luces en lo desconocido.

Manifestada desde las expresiones más formales y complejas hasta las más sencillas y cotidianas, esta búsqueda se presenta en nosotros como una acompañante insistente y silenciosa, que aparece en escena cada vez que surgen nuevas preguntas y se abren nuevos ciclos, los que percibimos en un principio sólo como umbrales desde donde los sentidos reciben la invitación a partir. Lo demás es el puro vértigo, es la responsabilidad de nuevamente redirigir la vista para ser exploradores dentro de un horizonte virgen e instigador; es la decisión que nos lleva hacia la evocación y al desafío de conocer y seguir cada latido vivo de nuestra existencia, donde sea que estos nos lleven.

Desde aquí parte este ciclo, en donde está ese latido certero orientando nuestra opción de cruzar las líneas paralelas del momento y el espacio para que el germen creativo brote y se transforme en parte viva de la realidad. El ahora es nuestra señal intuitiva enviada al cuerpo para actuar, es la indicación energética que luego será traducida por los sentidos en forma de interrogante, pensamiento, imaginación y movimiento, es el momento preciso para lanzarnos y sumergirnos en la sutil incitación que aquí se nos revela como la posibilidad de ser partícipes de una percepción dual, en donde la decisión y la acción pueden ser experiencias simultáneas vivenciadas por cada fibra de nuestra predilección.

Así nos proyectamos hoy, así llegamos a descubrir permanentemente el arte y los movimientos que conocemos, así como también los que habremos de conocer detrás de cada instante que nos encuentre en acción. Así encontramos nuestra posibilidad de tomar este rumbo incierto y sencillo de seguir despertando al corazón, así queremos compartir esta visión caleidoscópica y soñadora, que para nosotros es el gesto que nuestro cuerpo está nutriendo día a día sin mayor expectativa que la de saber que podemos elegir nuestro andar, que si lo queremos podemos ser siempre otros, y que ese siempre es igual a hoy mismo, precisamente donde estamos navegando.


martes, 29 de septiembre de 2009

Cruzar el umbral


Escuchar, atender al movimiento de las emociones y contemplarlas desde el corazón, verlas pasar, respirar;
Abrazar la soledad, sonreír a este y al otro presente que desapareció el tiempo en aquel universo que inundó tu cuerpo;
Beber cada experiencia desde lo profundo, arrebatarla del miedo que pretende quitarla de vista;
Extender tu sueño de partir, estirar tu voluntad hacia lo inconcebible y verla caer hacia la vida:
Estar aquí es cruzar el umbral.

sábado, 31 de enero de 2009

Sucedemos


Sucedemos en el tiempo mientras vemos las olas que van buscando su memoria,
Mientras logramos oír a las nubes bajando por el cerro,
Como despidiéndose en el abrazo profundo que nace al encontrar la vida latiendo en el cuerpo,
Como cuando miramos el cielo y lo sentimos.
Sucedemos también cuando la garganta canta una estrella que le da risa al río,
Cuando una rama se enciende en el umbral de una puerta que un día quiso jugar a ser piedra.
Sucedemos al caer en el castillo de las hojas, en el planeta de los colores que dan vueltas a su sombra esperando juntos el amanecer.

sábado, 24 de enero de 2009

Lenguaje


Un cuerpo busca la manera de hablar,
Lo hace desde que busca en la entraña una memoria antigua, un sortilegio de encontrar.
Un cuerpo busca siempre maneras de hablar,
En la osadía de quebrar las vasijas y beber de la experiencia,
Beber, estallar bajo el agua pese a que la pena calle y el viento quiera secar la voz.
Un cuerpo encuentra la manera de hablar,
Cuando la toda la calle se enciende y expande el anhelo,
Hasta alcanzar vocales de arena, para después penderlas de un gran hilo,
Un brote pequeño e infinito corazón.