miércoles, 16 de abril de 2008

Cuando intentamos el camino


Cuando intentamos el camino,
A veces sin quererlo, la tierra que respiramos cae misteriosamente en pies de otros caminos,
Sumerge los ojos en ojos que no conocíamos y abre las pieles en lugares en los que aún la fibra no ha sostenido la exploración,
Todo en el vacío,
Nada en los bolsillos,
Sin haber en la evidencia más propósito que el desatino de haber quitado el polvo de unas heridas, haber hecho evidente la miseria o simplemente haber reído de todo lo innecesario que aún quedaba por librar;
La experiencia sin más,
Como lidiar sin expectativa alguna,
Dar vueltas a la rueda y saber que a veces la lluvia silba tan fuerte que cruza más de una entraña,
Saber que a veces la soledad es una caja mística que se abre en muchos lugares a la vez,
Que mismo sueño tiñe cómplices a quienes son del ir y el volver,
Y que todo es lo mismo pero también otro,
Rasgando las paredes,
Quemando las piedras,
Regresando de la espina a ser hoja del árbol que vuelve a caer.

4 comentarios:

Blog de alma dijo...

Esta reflexión me recordó a la carta del tarot: La Rueda de la Fortuna... y ya se sabe:... que en la fortuna no hay ruleta, que es una caracola, que a veces se queda en la playa y otras se la llevan las olas...

Blog de alma dijo...

Amaro escribió:
http://almablog.blogspot.com/2008/05/y-si-los-guerreros-andan-por-algn-lugar.html#comments

Emig dijo...

"Cuando intentamos el camino" o cuando intentamos ser uno mismo, así lo veo. Cuando eso se intenta, creo que las contradicciones se suceden en la inhóspita aventura de ese caminar. Da la sensación de que todo lo que es, ahora tan solo parece y lo que no es todavía "abre las pieles en lugares en los que aún la fibra no ha sostenido la exploración"

Un placer leerte.

Alfonso dijo...

Lo mejor de volar...

... es que uno construye su camino y lo sigue... y no el camino que le construyeron.

Un gran gusto encontrarme con estas letras.

Saludos desde Tierras Lejanas