lunes, 1 de octubre de 2007

Error en el sistema


Cuando la totalidad del ser proyecta su fibra hacia lo inevitable del camino, hacia lo más impreciso y abstracto de las posibilidades e imposibilidades del presente en busca de su libertad, la razón depredadora se siente amenazada, e inmediatamente se escabulle hacia el lugar más escondido de la indecisión: confunde el entendimiento con la tristeza y la emoción, disfraza la prisión humana en la rutina y el deber ser; justifica el fracaso de los sueños, valiéndose de la historia para convertirlo en algo normal; ataca los puntos débiles y las flaquezas sin honor ni misericordia. Insiste e insiste sin detenerse para hacer retornar al guerrero a la falsa ilusión, para hacerlo caer y olvidar. Pero el guerrero sabe que sus pasos ya no son guiados por el deseo de engrandecimiento personal; él conoce su propósito y surge de la duda porque sabe que ya no tiene nada a que aferrarse, no tiene nada que defender. Sus pensamientos se tornan silencio y desde ahí detiene el mundo, rompe su historia y recuerda su verdadero lugar.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin importar cuál sea la batalla, ni cuan desigual nos parezca, que podamos, antes de dirigirnos hacia el campo de guerra, simplemente... que podamos pedir tener la fuerza y el valor de agradecer por todo lo que estamos a punto de recibir.
Sueños de Guerrero

Blog de alma dijo...

La amenaza desaparece cuando desmontas el mecanismo y estás atento a las pequeñas grandes cosas que te enseña la vida: el terror y el misterio. El guerrero tiene una naturaleza telúrica y pasional que le hace levantarse una y otra vez para seguir elegiendo batallas...Silvio cantaba así:

Debes amar la arcilla que va en tus manos
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.
Debes amar la arcilla que va en tus manos
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.

Clarice Baricco dijo...

Me gustó las formas del guerrero.

Saludos otoñales.